onsdag, november 02, 2005

Mis recuerdos de día de muertos

Hola!!

Pues yo les voy a contar un poco acerca de mis recuerdos del día de muertos. Como muchos de ustedes sabrán yo crecí en Coatzacoalcos Veracruz. Ahí, a finales de octubre principios de noviembre, por lo regular hay unos nortes bien feos, el cielo está nublado, hay mucho viento y a veces hasta llueve, lo que hace el ambiente más tétrico, jejeje.

En la primaria eran típicos los concursos de ofrendas, ya saben, en cada salón se organizaba una y ganaba la mejor. Mi salón siempre se llevaba el primer lugar porque eramos los más originales, casi siempre nuestras ofrendas eran prehispánicas y hacíamos pirámides, adentro colocábamos copal, incienso y utensilios propios de los antiguos mexicanos; claro, todo amenizado con música ad-hoc. La verdad es que las mamás se la rifaban porque se aventaban una investigación muy minuciosa acerca del asunto y lograban unas ofrendas increíbles. Ahora a la distancia, creo que era un concurso más de ego para nuestras mamás, que del esfuerzo de los niños, pero de todas formas participábamos mucho en la elaboración.

Ya más grande en la secu y en la prepa, igual participaba cada salón en un concurso, ahí si sólo una vez mi salón ganó, ¡¡¡pero como nos divertíamos!!! La ofrenda era clásico que se la dedicaramos al abuelito de alguien y ese abuelito, no se porque, pero siempre (según decía el nieto o la nieta) le gustaba " La caña el Tigre" (creo que así se llamaba) que es una bebida alcohólica bien fuerte. Pues ya sabrán, que al final de la ofrenda venía la rapiña, y todos salían comiendo el mole, los frijoles, y se llevaban la botellita esa y las cervezas, jajaja.

Esas ofrendas eran bonitas porque casi siempre se ponían redes de pescar, música típicamente veracruzana, sones jarochos, y algunos alumnos iban vestidos con los trajes típicos del estado. Sobre todo se bailaba y se cantaba "La bruja".

Ya en la universidad en el DF, pues la onda era irse a Mixquic con los amigos de la facultad. Tengo una historia de ese lugar, pero es muuuy larga y después se las cuento. También en un lugar que se conoce como "Las islas" en la UNAM se colocaban ofrendas. Ese lugar es increíble en día de muertos por las noches, porque no hay alumbrado electrico y sólo estan las velas, el olor a incienso, a flor de cempasúchil y música prehispánica en vivo. Hay venta de tamales (ay! se me antojó uno de dulce y de rajas), champurrado y pan de muerto. Esas ofrendas se han vuelto muy famosas y cada año va más gente.

Con mi familia en la Ciudad de México, existe la tradición de hacer un concurso de calaveritas. Cada miembro de la familia le hace una calaverita a otra persona y se leen el 1 de noviembre en la noche. Los versos traen asuntos picantes, exaltando y poniendo en relieve los defectos o los sucesos chuscos de esas personas durante todo un año. Y como en toda familia mexicana, ha habido broncas después de esas calaveritas, ya saben, a alguien no le gusto su calaverita, le pareció injusto, le pareció pasada de tono, etc, y juran que se vengarán en sus versos del próximo año, jajajaja. A mí las últimas veces me dedicaron unas calaveritas, la verdad muy pornográficas, ¿me sabrían algo o me hablaban al tanteo? jajajaja.

Esa noche se comen tamales, se toma champurrado y cafe de olla y se termina la velada contando relatos de apariciones, fantasmas, muertos, etc... tengo una tía que es buenísima para esos cuentos.

Tal vez, esta celebración mexicana es mi preferida y ahora que vivo por estas tierras la añoro mucho más.

Saludos

Alejandra

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